19 de septiembre de 2008

Entre la vida y la no vida


Cuando la mente se apasiona
y el corazón no razona,
una lucha se desata
entre dos bandos armados.
...

Y temo que el amor,
ya abatido,

haya sido vencido

por mi cabeza descarrilada.

Sin confianza y sin sentido
ando por este mundo perdido
lleno de resentimiento y dolor.

Maldito el día que entregué mi alma
a quienes con ella han jugado
destrozándola sin piedad.

Más...
bendita fuerza la de mi sino.


Pues nunca muerto quedó mi espíritu
que vaga en busca de refugio
bajo el negro manto
de la mentira tenue
que cubre la vida
por la que,
a gatas,

camino.