2 de marzo de 2008

Quisiera ser tan alta...

¿Escuchas el sonido?

¿El latido fuerte e intenso del corazón de la luna?

Ella también quiere ser amada.
También quiere ser escuchada.

Todos la miramos, la prometemos.
La admiramos y la deseamos.
Pero nadie la ama.
Nadie la ha querido hacer suya.
Nadie le ha prometido la luna.
...

Y ahí está.
Sola.
Sigue igual de bella.
Pero llora algunas noches.

Esas gotas de rocío que ves a las mañanas
sobre las rosas del jardín.
¿Sabes lo que son?
Sí, son lágrimas de luna.

...

No te dejes engañar por la grandiosidad de lo externo.
Por dentro todos somos paños llenos de lágrimas
en algún que otro lugar;
en algún que otro momento.