29 de abril de 2007

Nada es para Siempre


Todavía me cuesta despegarme de este mundo.
Camino por la pista que debería abandonar en breve.
La analizo, la huelo, la siento, la veo.
No consigo aceptar
que este suelo ya no me pertenece.

Me siento como el ave que a su nido
aún viendo que está destruido y ya muy viejo,
trae ramitas para intentar tapar los agujeros,
no dándose cuenta de que cuando llueva
ya nada quedará de todo aquello.

Se que si volase encontraría otro cobijo,
donde me acogieran y acabaran aceptando.
Y la vida seguiría. Como siempre, el tiempo pasa.

Hasta que llegara el día
que me tocara de nuevo dejar el nido
al que tanto me había costado llegar.

No digo que no quiera volar y aprender por el camino.
Digo que cuesta y que no es nada fácil.
Aunque supongo que la vida después te recompensa.

Al menos mi mente me dará las gracias
de vez en cuando.

No le suele gustar mucho
parar siempre en el mismo puerto.