Llenos están los días de espejismos,
sombras de sueños, realidades difusas.
Que le hacen creer a quien las está viendo,
que existe lo que ni el viento mece ni la lluvia moja.
¿Son sólo imágenes grabadas en la mente de su dueño,
que aparecen de la nada y desaparecen por sí solas?
Para los demás pueden ser
meros oscuros paneles negros.
Y muy pocos son los que consiguen
ver más allá de la clara penumbra.
¿Pero qué es real y qué es menos certero?
El duende que me acompaña
me dice que es difícil responder a eso.
Ya que la vida para quien cree en ella
puede llegar a ser toda un sueño
y para el que no la aprecia ni quiere verla
termina por sentir que todo es un misterio.
sombras de sueños, realidades difusas.
Que le hacen creer a quien las está viendo,
que existe lo que ni el viento mece ni la lluvia moja.
¿Son sólo imágenes grabadas en la mente de su dueño,
que aparecen de la nada y desaparecen por sí solas?
Para los demás pueden ser
meros oscuros paneles negros.
Y muy pocos son los que consiguen
ver más allá de la clara penumbra.
¿Pero qué es real y qué es menos certero?
El duende que me acompaña
me dice que es difícil responder a eso.
Ya que la vida para quien cree en ella
puede llegar a ser toda un sueño
y para el que no la aprecia ni quiere verla
termina por sentir que todo es un misterio.
