14 de enero de 2007

Caramelos de Fresa


Me hubiese gustado haber dicho tantas cosas...
pero callé, porque creí que no servirían.

Más tarde comprendí que hay que soltarse,
que hay que liberar tu corazón y tu mente
abrirse al mundo, absorber la vida.
Aprovechar lo que se tiene, lo que se sabe.

Entonces me encontré con otra barrera.
Aún estando decidida a hacerlo,
aún estando convencida de que quería decirlo,
me callé. Porque creí que ya tendría tiempo.

Hoy mejor no, ya lo dejaré para mañana, pensaba.
Y así iban pasando los días.

Pero nada es para siempre.
Y las cosas se terminan.
Todo se termina.

Deja de hacer lo que no quieres hacer,
y ponte a hacer lo que realmente te llena.
Ya lo dije, intenta ser feliz hoy.

Si a la noche te paras a pensar
en qué es lo que has hecho durante el día
y llorás, porque lo has disfrutado,
porque lo has vivido,
ya sea por algo bueno o por algo malo,
siéntete bien,
porque ese día no ha sido indiferente para ti.
Lo has sentido, algo te ha aportado.
Ya forma parte de ti.
Y no podrás sentirte mal
por no haber aprovechado que estás vivo.

Nos equivocamos muchas veces a lo largo de la vida.
Ya no tiene sentido lamentarse por cosas pasadas.
Saca algo bueno de todo aquello, y aplícalo en tu futuro.

Te quiero. Seas quien seas.
Y te doy las gracias
por haber compartido este momento conmigo.