11 de diciembre de 2006

¡No te quedes quieto!


Hay días en los que te levantas
y se tornan eternos, confusos y estresantes.
Te dan ganas de quedarte tumbado en la cama
pensando que así conseguirás que nada cambie.

Y entonces las cosas que te rodean
y las ideas que tenías pensadas
permanecerán para ti igual que antes.
Sólo que tendrás un día menos para llevarlas a cabo.
Y un mundo entero
que no esperará hasta que tú te levantes.

Un entorno donde surgirán cambios
de los que tú no formarás parte
si te quedás ahí sentado,
esperando quieto
que lo que está alrededor tuyo contigo avance.

Por eso al final decides hacer algo y te despiertas.
Te das ánimos y te dices a ti mismo "adelante".
Porque te das cuenta

de que lo que hay ahí fuera cambiará,
porque todo sufre un cambio constante.