A lo largo del día
llegando a comprender
que la noche llega pronto,
que su oscuridad es más amable
que la luz de la mañana
que la luz de la mañana
y a la vez más sombría, y más traicionera
porque engaña, y adormece
aunque a algunos,
despierta y tranquiliza.
Mis días son mas largos
cuando llega la luna
porque me siento, recapacito, y me aíslo del resto.
Me quedo unos minutos tumbada en la cama
y comienzo a pensar lo que no me ha dejado hacer el día
y comienzo a pensar lo que no me ha dejado hacer el día
Entre tanta rutina, de trabajos y de horarios
no hay momentos que te dejen sentir por un instante
que aún sigues vivo, aún te queda tiempo
aunque no lo percibas bajo tanta tontería.
Que no sirve de nada vestir como vistes,
ni decir lo que dices cuando ni siquiera lo piensas,
ni decir lo que dices cuando ni siquiera lo piensas,
que no hay nadie como tú como para darte cuenta
que sin ti ya no sirves ni vales nada para nadie.
